China comenzó a producir a gran escala la pastilla Azvudine, de factura nacional y recién aprobada para tratar la COVID-19 en medio de rebrotes recurrentes desde marzo pasado, reportó la prensa local.
De acuerdo con el canal CGTN, la empresa Genuine Biotech fabrica el antiviral desde su planta en Pingdingshan, en la provincia central de Henan, presentó además su oferta pública inicial en la bolsa de Hong Kong, pues tiene planes de elaborar hasta mil millones de tabletas al año.
La compañía dio ambos pasos luego que a finales de julio los reguladores de China aprobaron el uso de la Azvudine contra la COVID-19.
Hace un año ese medicamento recibió luz verde para administrarlo en infectados con el virus del VIH y ahora se utilizará en pacientes adultos que tengan síntomas leves de COVID-19, tras comprobarse en estudios clínicos que el 40,4 por ciento de los voluntarios mejoraron en solo siete días.
Aparte de ese fármaco, China recientemente avaló el uso de la pastilla estadounidense Paxlovid, un tratamiento propio que estimula la producción de anticuerpos neutralizadores y comenzó a aplicar el inyectable Evusheld de la británico-sueca AstraZeneca a personas inmunocomprometidas, reseña Prensa Latina.
De conjunto, las compañías Sinopharm y Sinovac ensayan vacunas específicas contra la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2 (causante de la COVID-19) y CanSinoBIO ya tiene el visto bueno para las pruebas clínicas con una de tipo mRNA, la tecnología de la estadounidense Pfizer.
El gigante asiático reportó la primera oleada fuerte con la Ómicron en Hong Kong en noviembre pasado, luego este año en la ciudad de Xi’an y posteriormente en Tianjin, Jilin, Shanghái, Beijing y otras localidades de su territorio.
